Mujer de 85 años con cardiopatía isquémica crónica iniciada con un infarto agudo de miocardio inferior en 1997, tratado con una revascularización quirúrgica con triple bypass, y fibrilación auricular paroxística anticoagulada con acenocumarol, sin seguimiento desde entonces.
La paciente acude a urgencias por palpitaciones y dolor torácico. A su llegada, presenta una presión arterial de 147/50mmHg, frecuencia cardiaca de 150lpm y saturación de oxígeno al 90% al aire ambiente, con buena perfusión y signos de insuficiencia cardiaca incipiente.
El electrocardiograma muestra taquicardia regular de QRS ancho compatible con taquicardia ventricular a 150lpm. Se administra a la paciente 300mg de amiodarona, sin respuesta, por lo que se decide suministrarle hasta 700mg de procainamida de forma lenta y progresiva, con lo que se logra una reversión a ritmo sinusal con evidencia de ondaQ inferior, presentando posterior mejoría de la clínica.
En la radiografía de tórax destacó la presencia de una gran calcificación apical (fig. 1A) y el ecocardiograma detectó una disfunción ventricular grave con aquinesia y adelgazamiento de la cara inferior y un gran pseudoaneurisma en la cara inferolateral con trombo en su interior. Una angiotomografía computarizada confirmó la presencia de un voluminoso pseudoaneurisma ventricular (54×76×96mm) con calcificación periférica y trombosis parcial (fig. 1B).
Ante la ausencia de nuevos eventos arrítmicos tras la impregnación con amiodarona y betabloqueantes y la presencia de trombo intracavitario, se desestimó la ablación. La paciente ha permanecido sin nuevos eventos hasta la fecha. Se cuenta con su consentimiento informado para publicar el caso.
FinanciaciónSin financiación externa.
Contribución de los autoresM. Vidal Burdeus y J. A. Barrabés Riu son los responsables de la detección y la supervisión del caso. M. Maymí Ballesteros es responsable de la redacción del caso y de las ediciones subsiguientes.
Conflicto de interesesNinguno de los autores tiene conflicto de intereses.