Las guías de práctica clínica (GPC) son una importante herramienta de apoyo que sintetiza la evidencia científica más relevante con el objetivo de optimizar y evitar la variabilidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes. Sin embargo, el grado de adherencia de los profesionales es variable por diversas razones: desconocimiento de su existencia, desacuerdo científico, falta de tiempo en la consulta para seguirlas, existencia de múltiples GPC, falta de recursos en el lugar de trabajo para poder cumplirlas, déficit de concreción en las pautas que aplicar y falta de objetividad en su elaboración, entre otras1,2. Entre los motivos que pueden explicar esta limitada adherencia podría considerarse que las guías habitualmente incorporan de forma retrasada muchos de los grandes ensayos clínicos que inmediatamente se aplican en la práctica clínica habitual.
El Comité de Guías de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que comenta las GPC de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), organizó en abril de 2021 una encuesta telemática para conocer sus opiniones y sus expectativas sobre las GPC. Para este fin, el departamento de tecnologías de la información y comunicación de la SEC utilizó la plataforma de encuestas online SurveyMonkey. La encuesta, que se resume en la tabla 1, consistía en un total de 13 preguntas: 4 demográficas, 5 abiertas relacionadas con opiniones generales sobre las guías, y otras 4 más específicas sobre GPC recientes para valorar su conocimiento. Se envió a 4.801 socios de la SEC (4.002 especialistas: 3.730 de cardiología y 272 de otras especialidades) y 799 residentes.
Datos recogidos en la encuesta
Características sociodemográficas |
Edad (cuantitativa discreta) |
Sexo (cualitativa dicotómica) |
Mujer |
Varón |
Situación laboral (cualitativa dicotómica) |
Residente |
Especialista |
Años de experiencia laboral (cuantitativa discreta) |
Tipo de hospital (cualitativa politómica) |
General |
Comarcal |
Ambulatorio |
Preguntas de la encuesta (múltiples elecciones con elección tipo test) |
¿Cree que las guías son útiles? |
¿Qué guías habitualmente emplea? |
¿Cuando aplica las guías, ¿qué aspectos suele aplicar con más frecuencia? |
¿Cree que las guías son aplicables a la práctica clínica real? |
¿Cuál de las siguientes pautas cree que afecta más a la aplicación de las GPC en su ejercicio habitual? |
Caso clínico: Abordaje de las dislipemias. Guía ESC 2019 sobre el tratamiento de las dislipemias3 |
Caso clínico: Abordaje de la hipertensión arterial y su tratamiento. Guía ESC 2018 de diagnóstico y tratamiento de la HTA4 |
Caso clínico: Abordaje de la insuficiencia cardiaca. Guía ESC 2016 para el diagnóstico y tratamiento de la IC aguda y crónica5 |
Caso clínico: Indicación quirúrgica en valvulopatías. Guía ESC 2017 sobre el tratamiento de las valvulopatías6 |
Opinión respecto a las GPC. Texto libre (máximo 280 caracteres) |
ESC: Sociedad Europea de Cardiología; GPC: guía de práctica clínica; HTA: hipertensión arterial; IC: insuficiencia cardiaca.
Contestaron 383 socios (el 8% de las encuestas enviadas), de los que 314 eran especialistas (82%) y 69 residentes (18%). La edad media de los participantes era de 43,5±12,6 años (mediana 42años), 162 mujeres (42%) y 221 varones (58%). La mayoría trabajaba en un hospital general (301; 79%) frente a los que lo hacían en un hospital comarcal (59; 15%) o en un entorno ambulatorio (23; 6%), sin diferencias demográficas entre los subgrupos.
Centrándonos en las respuestas relacionadas con las GPC, la inmensa mayoría declaró seguir las GPC de la ESC (340; 90%). El resto de encuestados declaró seguir otras GPC alternativas, como las elaboradas por la SEC o por el Sistema Nacional de Salud (23; 6%), las de la American Heart Association/American College of Cardiology (16; 4%) e incluso guías locales (3; <1%).
A la pregunta «¿Cree que las guías son aplicables a la práctica clínica real?», la respuesta fue casi unánime: «la mayoría de las veces sí» en el 87% de los casos y «siempre» en el 5%. No obstante, el 7% indicó «algunas veces» y tan solo un encuestado contestó «nunca».
A la pregunta «¿Qué aspecto de las guías suele aplicar con más frecuencia?», el 95% contestó que para decisiones terapéuticas, el 60% para decisiones diagnósticas, el 47% para estratificación de riesgo y el 28% para decisiones sobre el seguimiento. No se apreciaron diferencias en relación con la edad, el sexo o el nivel de formación (especialistas en comparación con residentes) de los encuestados.
A la pregunta «¿Cuál es su mayor dificultad para aplicar las GPC?», se indicaron razones muy diversas, sin que haya un porcentaje destacado en ninguna de las posibles respuestas. Los encuestados respondieron que las mayores dificultades residían en la falta de criterios de aplicabilidad real (43%), la falta de tiempo o conocimiento por parte de los profesionales (42%), la existencia de múltiples GPC con indicaciones contrapuestas (39%), la falta de tiempo suficiente para aplicarlas (36%), la falta de concreción en las pautas que aplicar (28%) y las diferencias regionales no tenidas en cuenta (25%). Solo el 7% apreció falta de objetividad en la elaboración de las guías.
No hubo diferencias estadísticamente significativas en las características basales entre los encuestados (edad, sexo, experiencia, perfil profesional y tipo de centro de trabajo) según sus respuestas anteriores. Sin embargo, la creencia de que las GPC eran útiles variaba atendiendo a dichas características, con mayor valoración entre los encuestados de mayor edad (≥42años), con más experiencia profesional (≥10años) y que ejercían como especialistas (fig. 1).
Finalmente, el grado de conocimiento sobre las GPC en el momento de la encuesta fue heterogéneo pero insuficiente, y osciló en torno al 42% de aciertos totales. La primera pregunta multirrespuesta para establecer el objetivo de las concentraciones de LDL en prevención cardiovascular obtuvo el 40% de aciertos; sobre el control de la hipertensión, el 52%; sobre indicación quirúrgica en pacientes con síndrome de Marfan y dilatación aórtica, el 30%; finalmente, las respuestas correctas sobre el abordaje de pacientes con insuficiencia cardiaca alcanzaron el 46%.
En la literatura científica publicada no existen encuestas previas sobre las opiniones de miembros de sociedades científicas nacionales sobre las GPC de la ESC. Sin embargo, somos conscientes de las limitaciones de esta encuesta, entre las que destacan: a)el escaso número de encuestas respondidas, considerando el número de socios a los que se envió la encuesta; b)el sesgo de selección inherente a los socios que contestaron la encuesta (potencialmente atraídos por el tema), y c)el propio método empleado, con preguntas consensuadas con el Comité de GPC de la SEC. No obstante, esta metodología permite una aproximación exploratoria. Hemos descrito el grado de acuerdo de los profesionales de la muestra para las GPC. Asimismo, damos a conocer las necesidades que reportan en cuanto a su uso. Se hace evidente el fácil uso de esta herramienta para aplicarla en las estrategias terapéuticas. Sin embargo, la escasa participación de los socios de nuestra sociedad nos alerta de una falta de motivación, fundamentalmente debida a una comunicación y divulgación escasa del objetivo del trabajo. No obstante, atendiendo a la homogeneidad de los resultados, nuestra encuesta tiene un grado de confiabilidad alto, lo cual es un elemento fundamental para determinar la validez de los resultados.
Desde nuestro punto de vista, lo más relevante de esta encuesta es el altísimo porcentaje de profesionales que consideran que las GPC son altamente aplicables en la vida real (92%) y su utilidad principal para guiar las estrategias terapéuticas (95%). Por otro lado, el grado de conocimiento de las GPC es irregular e insuficiente, un aspecto muy importante que precisa mayor atención. Una fortaleza de la presente encuesta es su carácter no remunerado, libre, opcional y anónimo y, por tanto, sin sesgos en las posibles respuestas, lo que confiere un valor adicional y diferenciador a pesar de su bajo porcentaje de respuestas. En definitiva, se hace necesario llevar a cabo estudios más específicos que permitan conocer con exactitud la percepción de los cardiólogos de las GPC. Esto ayudará a los profesionales a implementar y a adaptar mejor las GPC a una realidad clínica, siempre con el objetivo final de mejorar la salud cardiovascular de los pacientes que atendemos en la práctica clínica habitual.
FinanciaciónNo se obtuvo financiación para el desarrollo del presente estudio.
Contribución de los autoresTodos los autores han realizado conjuntamente la argumentación, análisis e interpretación de datos y redacción de la carta. G. Verdugo-Revigliono, P. Villalobos-Escalante y A.M. Carmona-Segovia son primeros autores.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.
Los autores dan las gracias a Jesús de la Torre, del departamento de Tecnologías de la Información y Comunicación de la SEC, y a Gema Céspedes, de la Agencia de Investigación de la SEC.