Un varón de 49 años con miocardiopatía dilatada, que respondió inicialmente a resincronización cardiaca, consultó por nuevo deterioro de la clase funcional. El paciente otorgó el consentimiento informado. De la programación del desfibrilador-resincronizador (Medtronic Amplia, EE. UU.): DDD 50-130lpm, IAV detectado/estimulado 100/130ms, intervalo VV 0ms, periodo refractario auricular posventricular (PRAPV) automático y sensibilidad ventricular 0,3mV.
La figura 1A muestra un ritmo sinusal con resincronización 2:1, con QRS estimulados óptimos (130ms, R inicial en V1 y QR en DI, flecha roja), que contrastan con el bloqueo de rama izquierda de la conducción auriculoventricular intrínseca (CAVi) (150ms, flecha azul).
El porcentaje de resincronización se había reducido del 98 al 76%, con aumento de la extrasistolia ventricular. La sobredetección intermitente de la onda T de los latidos estimulados (flecha roja) como extrasistolia ventricular (*) impedía el seguimiento de la siguiente P, incluida en el PRAPV, por lo que se producía la CAVi (fig. 1B, flecha azul).
En estos casos, la reprogramación se debe dirigir a reducir el sobresensado de onda T, efectuando cambios en la detección (mediante reducción de sensibilidad o cambio del vector de detección), estimulación (con ajustes de VV o estimulación univentricular desde ventrículo izquierdo para resincronización del QRS de la CAVi —utilizando algoritmo AdaptativCRT—) o prolongando el periodo refractario ventricular. En nuestro caso, el sobresensado solo se eliminó al reducir la sensibilidad, pero se abandonó esta opción por el riesgo de infradiagnóstico de arritmias ventriculares. Se decidió reprogramar el PRAPV (150ms). A los 3 meses mejoraron el porcentaje de estimulación biventricular (97%) y la clase funcional, sin complicaciones, a pesar de la sobredetección intermitente de onda T.
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Conflicto de interesesNo existen conflictos de intereses