La estenosis aórtica genera estrés por rozamiento del flujo sanguíneo, y provoca la pérdida de multímeros del factor von Willebrand, importantes para la adhesión plaquetaria1.
La combinación de estenosis aórtica, la hemorragia gastrointestinal secundaria a angiodisplasias y el síndrome de von Willebrand adquirido constituyen el síndrome de Heyde, una entidad infrecuente causante de anemia crónica2.
La hipótesis que se planteó fue que el implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) reduciría las complicaciones hemorrágicas en los pacientes con angiodisplasias y estenosis aórtica3.
Los objetivos fueron: comparar las cifras de hemoglobina, las necesidades transfusionales, los ingresos por hemorragia digestiva y el número de endoscopias en pacientes con estenosis aórtica antes y después del TAVI, y describir el tratamiento ofrecido en las consultas de digestivo.
Se diseñó un estudio analítico cuasiexperimental unicéntrico con diseño antes y después de los sujetos intervenidos de TAVI de enero de 2018 a diciembre de 2020 (n=146); se tuvieron en cuenta las variables de sexo y edad. Se seleccionaron los diagnosticados de angiodisplasias intestinales en endoscopias previas (n=10). El estudio formó parte de la práctica clínica habitual y se garantizó la anonimidad de los datos; además, se obtuvo el consentimiento informado verbal de los pacientes para la publicación. Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación con Medicamentos (CEIm) de las Áreas de Salud de León y el Bierzo.
Se utilizó para el análisis estadístico la versión 16 del programa estadístico Stata (StataCorp, Estados Unidos). Las variables continuas se expresan como medias y desviación estándar (DE) y las variables categóricas como números absolutos y porcentajes. Se evaluó si las variables seguían una distribución normal con el test de Shapiro Wilk. Se analizaron las diferencias antes y después de la intervención con el test t de Student de muestras pareadas o el test de Wilcoxon según correspondiera.
De los 146 pacientes sometidos a TAVI, 10 de ellos (6,85%) tenían angiodisplasias. La media de edad de los sujetos con angiodisplasias era de 83,27 años (DE=3,77), el 60% eran varones.
Ocho pacientes (80%) tenían programado seguimiento en la consulta de digestivo para tratamiento endoscópico, terapia sustitutiva con hierro intravenoso y transfusión si fuera preciso; en 3 casos (37,5%) se administró octreótido.
Tras el TAVI disminuyó la anemia (media de hemoglobina en los 12 meses pre-TAVI, 10,79±1,22g/dl frente a 12,01±1,15 post-TAVI; p=0,0479). También descendieron significativamente el número de ingresos, de endoscopias y de transfusiones de concentrados de hematíes (tabla 1).
Comparativa de cifras de hemoglobina, número de ingresos por hemorragia digestiva, número de endoscopias y número de transfusiones de concentrados de hematíes
Pre-TAVI | Post-TAVI | p | |
---|---|---|---|
Hemoglobina (g/dl) | 10,79±1,22 | 12,01±1,15 | 0,0479 |
N.o ingresos por hemorragia digestiva | 1,40±2,41 | 0±0 | 0,0162 |
N.o endoscopias | 3,30±3,30 | 0,30±0,67 | 0,0129 |
N.o concentrados de hematíes | 11,90±19,65 | 2,20±2,62 | 0,0244 |
TAVI: implante percutáneo de válvula aórtica.
Los valores se expresan en media±desviación estándar (DE).
Como conclusiones, el TAVI disminuyó los episodios de hemorragia gastrointestinal y corrigió la anemia, reduciendo los requerimientos transfusionales. La anemia podría convertirse en un criterio para intervenir la estenosis aórtica si se demostrara que el origen de la misma es fruto de una hemorragia por déficit adquirido del factor von Willebrand.
El estudio tiene ciertas limitaciones, como el escaso tamaño muestral que ha sido posible recoger en un único centro. Se necesitarían estudios multicéntricos y prospectivos que permitiesen confirmar estos datos. Además, idealmente hubiera sido necesario evidenciar la presencia de un déficit adquirido en el factor von Willebrand y la demostración de su recuperación tras el TAVI, aspecto que, dado que el estudio está extraído de la práctica clínica habitual, no ha sido posible.
FinanciaciónNo se ha recibido financiación para el presente estudio.
Consideraciones éticasSe han seguido las directrices STROBE para la comunicación de estudios observacionales. Se tuvieron en cuenta las variables de sexo y edad. El estudio formó parte de la práctica clínica habitual y se garantizó la anonimidad de los datos; además, se obtuvo el consentimiento informado verbal de los pacientes para la publicación. Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación con Medicamentos (CEIm) de las Áreas de Salud de León y el Bierzo.
Declaración sobre el uso de inteligencia artificialNo se ha empleado inteligencia artificial en el presente trabajo.
Contribución de los autoresLos autores hemos participado en la realización del trabajo según criterios International Committee of Medical Journal Editors y hemos contribuido a la obtención de datos, redacción del manuscrito y revisión conjunta.
Conflicto de interesesNinguno.