La taquimiocardiopatía es una causa frecuente de disfunción ventricular reversible, cuyos predictores de recuperación no están bien establecidos. Su estimación individual resultaría útil para la toma de decisiones invasivas derivadas.
MétodosEstudio retrospectivo, observacional y unicéntrico. Se recogieron casos confirmados de taquimiocardiopatía entre septiembre de 2015 y enero de 2023. La muestra se dividió en 2 partes: una para la construcción de un modelo de regresión lineal mediante el método de todas las posibles ecuaciones (muestra 1: 70%) y otra para su validación (muestra 2: 30%).
ResultadosSe recogió a 134 pacientes, y se calculó la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) recuperada (final menos inicial) en todos ellos. A partir de la muestra 1 se estimaron los parámetros de ajuste de 16.383 modelos; según el índice de Mallows, se seleccionó el compuesto por el sexo, hipertensión arterial, FEVI al diagnóstico, la consecución del control del ritmo y someterse a ablación. El modelo elegido explica cerca de la mitad de la variabilidad individual de la FEVI recuperada (R2: 0,493). Posteriormente se comparó la recuperación individual de la FEVI predicha por el modelo con la observada en la muestra 2, sin diferencias globales significativas en el coeficiente de determinación R2.
ConclusionesEl sexo, la hipertensión arterial, la FEVI al diagnóstico, el control del ritmo y recibir ablación se comportaron como predictores de la recuperación de la FEVI en pacientes con taquimiocardiopatía, lo cual permite su estimación cuantitativa individual al integrarse en el modelo.
Tachycardiomyopathy is a frequent cause of reversible ventricular dysfunction, whose predictors of recovery are not properly identified. Their individual estimate would be useful to carry out the corresponding invasive procedures.
MethodsThis is an observational, retrospective and unicentral study. Cases diagnosed with tachycardiomyopathy were collected between September 2015 and January 2023. The sample was split into 2 study groups: the first one was used for the construction of the linear regression model by performing a multivariate analysis based on evaluating all possible equations (sample 1, 70%); whereas the second one was intended for the validation of the model (sample 2, 30%).
ResultsA total of 134 patients were gathered and left ventricular ejection fraction (LVEF) at recovery (the difference between final and original LVEF) was calculated in all of them. Within sample 1, setting parameters of 16,383 models were estimated. The model selected, based on Mallows’ Cp index, was the composed of the following variables: sex, arterial hypertension (HT), LVEF at diagnosis, achievement of rhythm control, and ablation. The selected model explains about half of the individual variability of the recovered LVEF (R2 0.493). Afterwards, individual LVEF at recovery predicted by the model was compared with the observed LVEF in sample 2. No overall significant differences were observed in the R2 coefficient of determination.
ConclusionsSex, arterial hypertension, LVEF at diagnosis, achievement of rhythm control, and ablation were considered as predictors of recovered LVEF in patients with tachycardiomyopathy. This has made possible a quantitative estimate when integrating them within the model.
En los últimos años la taquimiocardiopatía ha suscitado gran interés clínico. Esta puede ocasionarse por la contracción miocárdica rápida, irregular o asincrónica, siendo su principal seña de identidad la parcial o total reversibilidad tras el control de la arritmia implicada.
Dentro del espectro de la taquimiocardiopatía cabría distinguir 2 aspectos: aquella que se establece en pacientes sin cardiopatía estructural previa (taquimiocardiopatía «pura» o inducida por arritmia) y la que se da en pacientes con afectación miocárdica previa (taquimiocardiopatía superpuesta o agravada por arritmia)1. Aunque algunos estudios señalan que el beneficio obtenido por el control del ritmo en estos últimos es menor, su tratamiento continúa ofreciendo beneficios2. El diagnóstico implica en un primer término la exclusión de otras causas de disfunción ventricular y, en última instancia, éste se establece a posteriori al objetivar la recuperación de FEVI tras finalizar o controlar la arritmia responsable3,4. El estudio de Prabhu et al. ejemplificó la importancia del diagnóstico precoz en humanos5. En él, la ausencia de realce tardío en la resonancia magnética cardiaca se asoció a la reversibilidad de la taquimiocardiopatía por fibrilación auricular (FA), sugiriendo que en estadios más avanzados con un mayor grado de remodelado y por ende de fibrosis, el beneficio obtenido del control del ritmo es inferior.
Por tanto, la taquimiocardiopatía es una causa potencialmente reversible de disfunción ventricular en la que, sea cual sea la arritmia causal, el objetivo será interrumpir el círculo vicioso disfunción ventricular. No obstante, la intervención inicial se realiza sobre una sospecha clínica (con mayor o menor justificación) y ya sea farmacológica o intervencionista (ablación, implante de dispositivo) no está exenta de complicaciones. Por ello, dado el riesgo que se asume al tratar a un paciente en base a una sospecha, resultaría apropiado disponer de predictores clínicos que permitieran estimar de forma individualizada qué pacientes son los que más se beneficiarían de estas intervenciones y al paciente recibir una mejor información sobre su riesgo/beneficio individual.
MétodosEstudio observacional, retrospectivo y unicéntrico. Se seleccionó a mayores de 18 años con un diagnóstico incidente confirmado de taquimiocardiopatía en centro de tercer nivel en el periodo comprendido entre septiembre de 2014 y enero de 2022. El estudio fue aprobado por el comité ético de nuestra institución y no fue necesario recabar de nuevo consentimientos informados al ser un estudio observacional. Se consideró caso sospechoso de taquimiocardiopatía a aquellos pacientes con disfunción ventricular (FEVI<50%) en el contexto de alguna taquiarritmia. Se consideró un diagnóstico confirmado cuando, tras la exclusión de otras causas de disfunción ventricular, el control de la arritmia condujo a una recuperación parcial o total de la función sistólica del ventrículo izquierdo (aumento relativo de la FEVI>25% o absoluto >15%). No se incluyeron pacientes con causas tratadas de forma concurrente salvo que existieran datos concretos de que esa otra causa no pudiera explicar de forma razonable la disfunción ventricular. Los pacientes fueron evaluados por dos de los investigadores para dilucidar si se trataba de una taquimiocardiopatía de acuerdo con los criterios expuestos. En caso de discordancia se argumentó hasta alcanzar un consenso y en caso contrario, no se incluyó al paciente. En el análisis se incluyó el sexo al nacimiento del paciente.
Metodología estadísticaLas variables se describen con una medida central y de dispersión. Dado el número alcanzado de pacientes (n=134) y la normalidad de la distribución, se optó por media y desviación estándar. En todos los pacientes se calculó la FEVI recuperada (la diferencia entre la FEVI tras el control de la arritmia y la FEVI al diagnóstico de la disfunción ventricular) o ΔFEVI.
Dado que el objetivo es obtener un modelo predictivo de recuperación de la FEVI, se construyó mediante el método de todas las posibles ecuaciones. En este método se introducen inicialmente todas aquellas variables que pueden tener un impacto sobre la variable que estimar si presentan una base teórica razonable, incluidos términos con interacción de variables. En síntesis, partiendo del conjunto global de variables tenidas en consideración (conjunto máximo) se lleva a cabo un análisis de todas sus posibles combinaciones. El modelo seleccionado será el que, con el mínimo número de variables, estime de forma más precisa la variable objetivo. El índice de Mallows (índice Cp) es el criterio de elección para seleccionar modelos lineales con finalidad predictiva, ya que conduce a modelos con el menor número posible de términos. El cuadrado del coeficiente de correlación múltiple (R2) traduce el porcentaje de la variabilidad del parámetro que estimar, que queda explicado por el modelo concreto. La muestra se dividió en 2 partes de forma aleatoria: el 70% para la construcción del modelo (muestra 1) y el 30% (muestra 2) para su validación. Usando el modelo a partir de la muestra 1, se realizó una predicción de la recuperación de la FEVI en la muestra 2. Posteriormente se compararon los índices R2 obtenidos en las respectivas muestras. Se asumió como aceptable una pérdida de predicción inferior al 10% ([R2- r2] <+10%). El análisis estadístico se realizó mediante el programa Stata 17.0 BE (Statacorp LLC, Estados Unidos).
A través de la consulta inicial y tras el procedimiento, se siguieron las directrices SAGER. Se tuvo en cuenta el sexo al nacimiento de los pacientes, todos los pacientes se identificaban como cisgénero. El presente manuscrito sigue las recomendaciones STROBE.
ResultadosEntre septiembre de 2014 y enero de 2022 se sospechó taquimiocardiopatía en 486 pacientes en nuestro centro. El diagnóstico se confirmó en 134 pacientes, con una edad media de 59,3±11,16 años, el 73,9% de varones, tiempo de seguimiento medio 3,5±2,34 años. Entre las razones que llevaron a no incluir finalmente a los otros 352 pacientes figuran la ausencia de confirmación del diagnóstico (disonancia entre recuperación de FEVI y control de la arritmia) o la concurrencia temporal de otro tratamiento cuyo resultado no pueda disgregarse del control del ritmo. Las características basales de los 134 pacientes se recogen en la tabla 1. La arritmia responsable más frecuente fue la FA (67,9%), seguida del flutter auricular (FTA) (24,6%, de los cuales el 87,9% eran flutter común), extrasistolia ventricular (EV) (5,2%) y taquicardia auricular focal (2,2%) (fig. 1). El 6,0% de los pacientes presentaron FA y FTA común antes del primer procedimiento. La frecuencia cardiaca basal en el momento del diagnóstico fue de 136±24,0lpm excluyendo a los pacientes que tenían a la EV como arritmia responsable, en los que la carga al diagnóstico fue del 24,4±8,0%. El tratamiento médico recibido se recoge en la tabla 1.
Características basales
Características basales | Valores |
---|---|
Sexo varón | 73,9 |
Edad media (años) | 59,3±11,16 |
Hipertensión arterial | 51,5 |
Diabetes mellitus | 21,6 |
Dislipemia | 30,6 |
Obesidad | 25,4 |
Fumador | 18,7 |
Exfumador | 22,4 |
Enolismo | 18,7 |
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica | 11,2 |
Síndrome de apnea-hipopnea del sueño | 14,9 |
Hipotiroidismo | 8,2 |
Hipertiroidismo | 4,5 |
Cardiopatía isquémica previa | 3,0 |
Enfermedad valvular grave | 3,7 |
Bloqueadores beta | 99,3 |
IECA/ARA-II | 71,6 |
Sacubitrilo-valsartán | 23,9 |
Antagonistas del receptor mineralcorticoide | 64,2 |
iSGLT-2 | 6,7 |
Diuréticos | 76,9 |
Amiodarona | 63,9 |
Sotalol | 2,2 |
Antagonista de la vitamina K | 35,8 |
Dabigatrán | 13,4 |
Rivaroxabán | 119 |
Apixabán | 24,6 |
Edoxabán | 7,5 |
La edad se recoge en años. El resto de los datos se expresan en porcentajes (%).
ARA-II: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina II; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiontensina; iSGLT-2: inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2.
En el 74,6% el diagnóstico se realizó durante un ingreso hospitalario por insuficiencia cardiaca, con una media de 1,03±1,0 ingresos no programados por paciente durante el seguimiento. Al diagnóstico, la FEVI media de los pacientes fue del 33,2±6,8%, con un diámetro telediastólico del ventrículo izquierdo (DTDVI) medio de 56,2±7,0mm, un desplazamiento sistólico del plano del anillo tricuspídeo (TAPSE) medio de 17,4±3,9mm y un diámetro anteroposterior medio de aurícula izquierda de 46,5±5,5mm. Se realizó coronariografía en el 59,7% de los pacientes, se confirmó enfermedad coronaria en el 15,0% y se revascularizó al 6,3% de todos los pacientes sometidos a coronariografía. Un bajo porcentaje de pacientes presentaban cardiopatía previa: cardiopatía isquémica 3,0% y valvulopatía grave 3,7%.
El primer tratamiento planificado de la arritmia fue exclusivamente farmacológico en el 19,4%, cardioversión eléctrica facilitada en el 53,0%, ablación directa en el 24,6% y estimulación cardiaca seguido de ablación del nódulo auriculoventricular en el 3,0%. En un 82,1% se logró finalmente el control del ritmo, del cual un 80,0% recibió ablación tras un tiempo medio de 8,1±8,7 meses desde el diagnóstico de la disfunción ventricular. En la tabla 2 se recoge el porcentaje de ablación (excluyendo la del nódulo auriculoventricular) para cada tipo de arritmia. Tras un tiempo medio de 10,8±10,5 meses (mediana: 7,1; rango intercuartílico: 4,4-13,6) se objetivó una recuperación de función ventricular con FEVI media del 55,4±6,3%, con un DTDVI medio de 52,1±5,8mm y un TAPSE medio de 23,0±4,3mm. El 86,6% de los pacientes presentó una FEVI final superior al 50%. La diferencia media de FEVI con respecto al diagnóstico fue de 22,2±8,3%, independientemente de la arritmia causal (fig. 2). En la figura 3 se muestran los diagramas de caja de la variación de FEVI, DTDVI y TAPSE de la recuperación con respecto al diagnóstico inicial.
Porcentaje de ablación según arritmia culpable
Tipo de arritmia | Ablación | Eficacia aguda |
---|---|---|
Fibrilación auricular | 63,0 | 96,6 |
Flutter auricular | 909 | 96,7 |
Taquicardia auricular | 66,7 | 100 |
Extrasistolia ventricular | 100 | 100 |
Se excluye la ablación del nódulo auriculoventricular. Se recogen los datos en porcentaje (%).
La ΔFEVI se calculó en el total de pacientes. Tal y como se expone en el apartado de métodos, usando la muestra 1 se estimaron todos los posibles modelos de regresión lineal, que incluían los siguientes parámetros: sexo, edad, obesidad, consumo tóxico de alcohol (>6 unidades de bebida estándar [UBE]/día), hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, síndrome de apnea e hipopnea del sueño (SAHS), frecuencia cardiaca al diagnóstico, tipo de arritmia responsable (FA, FTA, taquicardia auricular o EV), FEVI al diagnóstico, tratamiento con inhibidores del receptor mineralcorticoide, estrategia de control del ritmo y tratamiento con ablación. No se incluyó el tratamiento con bloqueadores beta o inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), inhibidores de la angiontensina II (ARA-II) o inhibidores de la neprisilina y del receptor de la angiontensina (ARNI) por su práctica total aplicación. Se estimaron 16.383.071 modelos posibles. De estos, se rechazó a 17 por tener un índice Cp menor a 2 (riesgo de sobreajustamiento y colinealidad). El resto de los 16.366 modelos se ordenaron en función del Cp. El mejor modelo según los criterios de parsimonia y bondad de ajuste fue el compuesto por 5 variables: sexo femenino, HTA, FEVI al diagnóstico, el control del ritmo como estrategia de tratamiento y haber recibido ablación (tabla 3). La ecuación completa del modelo sería:
Modelo seleccionado de recuperación de FEVI
Variables | Coeficiente | Intervalo de confianza del 95% | Valor de p | |
---|---|---|---|---|
Sexo femenino | 0,062 | −2,324-2,449 | 0,959 | |
HTA | 1,261 | −0,886-3,409 | 0,247 | |
FEVI diagnóstica | −0,840 | −0,997 −0,683 | <0,001 | |
Control ritmo | 4,009 | 1,106-6,913 | 0,007 | |
Ablación | 0,296 | −2,220-2,812 | 0,816 | |
Constante | 45,903 | 39,804-52,126 | — |
FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo; HTA: hipertensión arterial
Las variables cualitativas (sexo femenino, HTA, control del ritmo, ablación) puntuarían uno en caso de estar presentes y 0 en el contrario. La variable FEVI al diagnóstico se introduce como un número entero (ejemplo: 35 en caso de una FEVI del 35% al diagnóstico).
El modelo elegido presenta un Cp de 2,06, un índice R2 de 0,493; es decir, el 49,3% de la variabilidad de la ΔFEVI quedaría explicada por el modelo en la muestra 1 (n=94). Posteriormente se comprobó su validez calculando la ΔFEVI predicha por el modelo en los pacientes de la muestra 2 (n=40) y estimando el índice R2 ajustado resultante (tabla 4), que fue del 0,594. La diferencia entre R2 de la muestra 1 y el de la muestra 2 fue −0,101 (−10,4%), inferior al +10%. No hubo diferencias en la significación de los predictores al aplicar el modelo a los pacientes con FEVI<40%.
Comparación entre ΔFEVI real y estimada por el modelo en la muestra 2
Id. | FEVI recuperada observada (%) | FEVI recuperada predicha (%) |
---|---|---|
1 | 20 | 17,9 |
5 | 18,5 | 24,5 |
6 | 29 | 25,3 |
7 | 8 | 9,9 |
10 | 25 | 22,7 |
12 | 5 | 18,2 |
17 | 20,7 | 19,8 |
22 | 22,3 | 24,6 |
26 | 36,3 | 32,4 |
30 | 13 | 13,4 |
31 | 26 | 26,1 |
32 | 31 | 24,4 |
33 | 18 | 19,5 |
40 | 12 | 19,5 |
44 | 17 | 19,4 |
49 | 25 | 30,7 |
58 | 5 | 18,7 |
59 | 22 | 22,9 |
65 | 30 | 35,7 |
67 | 11 | 14,0 |
68 | 25 | 21,9 |
72 | 20 | 20,5 |
74 | 18 | 14,5 |
79 | 12 | 15,4 |
82 | 41 | 33,2 |
84 | 24 | 27,6 |
86 | 34 | 24,5 |
87 | 18 | 18,9 |
98 | 22 | 22,1 |
104 | 28 | 29,9 |
107 | 28 | 24,4 |
108 | 35 | 23,7 |
109 | 20 | 22,9 |
110 | 12 | 13,1 |
115 | 32 | 32,4 |
121 | 31 | 22,2 |
122 | 11 | 19,5 |
128 | 15 | 27,0 |
132 | 22 | 25,2 |
134 | 38 | 24,4 |
FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo; ΔFEVI: FEVI recuperada.
Presentamos el primer trabajo que, hasta donde sabemos, intenta establecer una predicción individual de la cuantificación de recuperación de la FEVI en pacientes con taquimiocardiopatía. El modelo identifica los factores que explican una mayor recuperación de la FEVI y permite realizar una estimación individual. La finalidad de nuestro modelo no es dilucidar si la causa de la disfunción ventricular de un paciente es una taquimiocardiopatía, sino tratar predecir cuánto mejoraría la FEVI una vez tratada la arritmia si efectivamente esta fuera la causa de su disfunción ventricular.
En 1949, Philips y Levine establecieron una relación entre la FA rápida y la insuficiencia cardiaca reversible6. Desde entonces, se han desarrollado múltiples modelos que han pretendido reproducir el efecto de diferentes taquiarritmias sobre la función miocárdica7. En estos estudios, tras 24h de estimulación rápida auricular ya se objetivó una reducción de la presión arterial sistólica y del gasto cardiaco que, al perpetuarse, aumentan las presiones de llenado y la presión capilar pulmonar, alcanzando una fase de meseta al cabo de una semana. El gasto cardiaco, la FEVI y los volúmenes ventriculares continúan deteriorándose hasta 5 semanas después. No obstante, es la recuperación de los diferentes parámetros tras finalizar la estimulación rápida lo que caracteriza la taquimiocardiopatía, poniendo de manifiesto su potencial reversibilidad y llegando a normalizar la FEVI en el plazo de 1-2 semanas8. Los mecanismos subyacentes a estos cambios no se han estudiado completamente, pero el incremento de la demanda tisular de oxígeno, la activación neurohormonal y las alteraciones en el manejo del calcio parecen tener algún papel en este proceso9,10.
El tiempo hasta objetivar la recuperación de la FEVI, de 10,8 meses de media en nuestro trabajo, deriva del parámetro elegido (valor FEVI máximo), de la afectación por valores extremos y de la práctica clínica habitual.
En nuestra serie, al diagnóstico, el 61,9% de los pacientes presentaban una disfunción sistólica grave (≤35%), con una ligera dilatación del VI, característica de la miocardiopatía inducida por arritmia. La arritmia involucrada más frecuentemente fue la FA (73%)3. El incremento medio en la FEVI fue significativo y clínicamente relevante (22,2% de media), lo cual pone de manifiesto la importancia de la sospecha y el tratamiento de la arritmia en estos pacientes.
En cuanto a la selección de pacientes, cerca de un 18% tenían un consumo excesivo de alcohol. Es posible que estos pacientes pudieran presentar un cierto solapamiento con la miocardiopatía tóxica de origen enólico y que, al haber cesado su consumo, hubieran experimentado una mejoría de la FEVI. De haber sido así, lo esperable es que el antecedente de enolismo hubiera sido uno de los factores predictores de recuperación de la FEVI, de tal manera que se controlara su efecto al entrar en el modelo. En cuanto a otro posible factor confusor, el 3,7% de los pacientes se sometió a revascularización de forma contemporánea al control de la arritmia. En estos pacientes, el grado de disfunción ventricular y los trastornos segmentarios no quedaban justificados por la enfermedad coronaria, por lo que se planteó que existieran otros factores implicados.
En el artículo de Gopinathannair et al. se analizaron factores de recuperación de la FEVI en pacientes con taquimiocardiopatía, incluidos 243 pacientes con una FEVI<40%11. Los parámetros de recuperación de FEVI y de reducción en el DTDVI concuerdan con los observados en nuestra serie, aunque en su caso pusieron especial énfasis en la mejoría que experimentaban también aquellos pacientes con una duración incierta o mayor tiempo de evolución. Realizaron un análisis de regresión logística multivariado en el que solo la FEVI al diagnóstico se comportó como un predictor significativo de su recuperación. Aunque en nuestra muestra la FEVI al diagnóstico es el factor con mayor peso en el modelo, nuestro enfoque es radicalmente diferente. Por un lado, se contempla la FEVI desde el punto vista cuantitativo; por otro, la metodología empleada persigue ofrecer una predicción individualizada según las características basales del paciente, por lo que se optó por el método de todas las posibles ecuaciones. Entendemos que es una aproximación con una vocación práctica y diferenciada del artículo previo, lo cual justifica su interés. Para la creación del modelo de predicción se dividió la muestra en 2 partes, y se comprobó la capacidad de predicción del modelo con pacientes diferentes a los utilizados para su construcción. Según se preespecifica, se aceptó una pérdida de poder de predicción del R2 (el porcentaje de la variabilidad de la variable predicha que queda explicada por el modelo) del 10%. Que la diferencia de R2 sea negativa implica que el modelo presenta un mejor ajuste (un 10,1%) en la segunda muestra que en la usada para su construcción. Al no haber perdido capacidad de predicción, se valida el modelo elegido. Este valor de R2 supone que aproximadamente la mitad de la variación individual de FEVI (el 59% en la muestra de validación) queda explicada por el sencillo modelo seleccionado, que utiliza solo 5 variables basales. Puede argumentarse, con la debida cautela, que es una predicción orientativa o al menos operativamente útil, dada la variabilidad intra e interobservador que presenta la determinación de FEVI por ecocardiografía. Aun así, dada la metodología empleada estos datos deben entenderse como generadores de hipótesis y precisarían una corroboración externa para su potencial puesta en práctica.
Los predictores de mayor ΔFEVI fueron menor FEVI al diagnóstico, la consecución del control del ritmo, el sexo femenino, el antecedente de HTA y haber recibido ablación. No resulta contradictorio hablar de predictores ante variables que no alcancen la significación estadística, caso de la HTA, el sexo femenino y el tratamiento con ablación, puesto que las variables se seleccionan en función de la minimización del error estándar de la predicción.
Desde modelos animales a distintos escenarios de insuficiencia cardiaca con FEVI reducida, el sexo femenino se ha relacionado con un mayor remodelado ventricular12,13. En el artículo de Aimo et al., el sexo se comportó como un predictor independiente de remodelado inverso entre 927 pacientes con diversos grados y etiologías de disfunción ventricular14. En consonancia, en nuestra serie el sexo femenino se comportó como un predictor de mayor respuesta ventricular.
Aunque los pacientes con HTA tienen una mayor probabilidad de desarrollar FA que los pacientes normotensos, en el modelo se comportó como un factor predictor de recuperación15. Cabe hipotetizar que esto suceda bien porque permitan una mayor titulación del tratamiento de insuficiencia cardiaca y frenador o porque éste controle una HTA subyacente y ofrezca un beneficio adicional en estos pacientes.
En base a estudios previos resulta razonable que aquellos pacientes en los que se logra el control del ritmo, especialmente en los pacientes con FA, tengan una mayor recuperación de FEVI que aquellos en los que opta por un control de frecuencia2,16. En esta última estrategia no se controla el efecto deletéreo de una contracción ventricular irregular o de la pérdida de la actividad auricular, dado el caso más habitual de la FA11.
En consonancia con los datos provenientes del estudio CASTLE-AF y dado que la mayoría de nuestra muestra tenían como arritmia responsable la FA, la ablación con catéter se incluyó como predictor en el mejor modelo17.
LimitacionesLas limitaciones del presente trabajo provienen en su mayoría del diseño observacional y retrospectivo. Desconocemos la adherencia a la presión positiva continua de las vías respiratorias en aquellos pacientes con síndrome de apnea-hipopnea, que pudiera haber constituido un factor modulador. Los datos de la ecocardiografía se tomaron a partir de los informes de múltiples facultativos, sin una recolección común de parámetros. Esto impidió disponer sistemáticamente de variables como el diámetro de la aurícula izquierda, el TAPSE u otro dato de la función sistólica del ventrículo derecho (típicamente no tan afectada como en el izquierdo en este escenario), por lo que no pudieron incorporarse al modelo final18. Además, hay que tener en cuenta el lapso temporal en el que se recogieron los pacientes, que condiciona una cierta diferencia en su tratamiento y que explica el bajo porcentaje de pacientes con sacubitrilo-valsartán e iSGLT2. La totalidad de los pacientes con consumo tóxico de alcohol cesaron o redujeron de forma drástica su consumo. Es posible que estos pacientes pudieran presentar un cierto solapamiento con la miocardiopatía tóxica de origen enólico y que al haber cesado su consumo hubieran experimentado una mejoría de la FEVI. De haber sido así, lo esperable es que el antecedente de enolismo hubiera sido uno de los factores predictores de recuperación de FEVI, de tal manera que se controlara su efecto al entrar en el modelo. Con el paso de los años, el número de procedimientos de aislamiento de venas pulmonares no ha dejado de aumentar en nuestro centro, en consonancia con los datos del registro nacional19, lo que conlleva su expansión a pacientes con un perfil de mayor «riesgo».
La duración del tiempo medio de la arritmia era desconocida en muchos de nuestros pacientes, pero esto es algo implícito en la mayoría de los casos con taquimiocardiopatía ya que la arritmia en sí suele cursar de forma asintomática para estos pacientes. Por otro lado, en trabajos previos como el de Gopinathannair et al.11, la duración de la arritmia no implica una menor posibilidad de recuperación de la FEVI.
A diferencia de otras series como la de Gopinathannair et al.11, nuestra serie de pacientes es joven y con baja incidencia de cardiopatía estructural asociada, por lo que es más representativa de taquimiocardiopatía «pura» y la inclusión de pacientes con taquimiocardiopatía superpuesta o agravada por arritmia ha sido anecdótica.
Hubiera sido interesante incluir en el modelo la variable de existencia de fibrosis miocárdica (objetivada con realce tardío con gadolinio), pero la limitada disponibilidad de la técnica en el marco temporal recogido hubiera retrasado el tratamiento.
En cuanto a la interpretación del modelo, hay que tener en cuenta que parte de la premisa de que va a existir recuperación de la FEVI. Necesariamente es así dada la selección de pacientes, que debían presentar recuperación de FEVI en respuesta al control de la arritmia para poder calificarse de taquimiocardiopatía. Por tanto, habría que tomar con la debida cautela estos datos si se quisieran usar para, efectivamente, ofrecer una aproximación de la recuperación de FEVI que podríamos esperar de un determinado paciente, tal y como se hizo con los pacientes de la muestra 2.
ConclusionesEn la taquimiocardiopatía, que tiene a la FA como su causa más común, el control de la arritmia tiene como resultado una recuperación clínicamente relevante de la FEVI. La FEVI al diagnóstico, el sexo femenino, la HTA, la consecución del control del ritmo y la ablación se comportaron como predictores de la recuperación de FEVI, integrando un modelo con el que estimarla cuantitativamente. Esta estimación puede ser valiosa en el momento de decidir el grado de agresividad del tratamiento propuesto y en la información previa que se suministra al paciente.
- •
Los factores implicados en la recuperación de la FEVI en la taquimiocardiopatía no están bien estudiados. El objetivo es romper el círculo arritmia/disfunción ventricular.
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Aunque los pacientes más beneficiados del abordaje parecen ser aquellos con una mayor disfunción ventricular, el beneficio clínico obtenido es variable.
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Ciertos subgrupos de pacientes (pacientes con FA y disfunción sistólica grave) presentan un beneficio pronóstico ante un abordaje invasivo de su arritmia, pero el espectro clínico de la taquimiocardiopatía es más amplio.
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Se trata del primer estudio hasta donde alcanza nuestro conocimiento que pretende establecer una predicción individual de la recuperación de FEVI en estos pacientes.
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A partir de un sencillo modelo que reúne 5 variables, se puede obtener una estimación cuantitativa del efecto del control de la arritmia.
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Esta estimación puede ser valiosa en el momento de decidir actitud intervencionista y en la información previa que se suministra al paciente.
No se recibió financiación pública o privada para la consecución del presente artículo.
Consideraciones éticasEl trabajo fue aprobado por el comité ético de la institución. Se siguieron las directrices STROBE. Al ser un estudio observacional retrospectivo, no fue necesario obtener el consentimiento informado de los pacientes. Se siguieron las directrices SAGER. Se tuvo en cuenta el sexo al nacimiento de los pacientes, todos los pacientes se identificaban como cisgénero.
Declaración sobre el uso de inteligencia artificialNo se hizo uso de inteligencia artificial en ninguno de los pasos de la elaboración del manuscrito.
Contribución de los autoresD. Arroyo Moñino, I. Fernández Valenzuela y J. M. Carreño Lineros contribuyeron a la recolección de datos, a la elaboración de hipótesis y al análisis estadístico. R. Cózar León, P. Bastos Amador y E. Díaz Infante contribuyeron en la elaboración de hipótesis, la redacción del manuscrito y su relación con la bibliografía.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no tienen intereses financieros en competencia conocidos o relaciones personales que pudieran haber influido en este trabajo.